La Boda de Alfredo y Violeta fue una auténtica fiesta. Para ellos era muchísimo más importante poder juntar a todos sus amigos y familiares que todo lo demás, ya que viven todos muy separados y apenas tienen momentos para reunirse. La boda fue en el Castillo de las Arguijuelas de arriba en un entorno natural y de cuento. Para la ceremonia eligieron la parte del invernadero del Castillo y la comida se desarrolló en la caballerizas. Fue una boda sin convencionalismos y como ellos quisieron con una decoración hecha por ella y sus familiares. Como detalle curioso Violeta llevaba en el ramo una flor llamada Lunaria o Flor de Papa del jardín de su abuela, esta flor también la lleva el novio y el padrino en prendido.
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